Que el corredor Francés, y Campeón del Mundo, es capaz de lo mejor y lo peor en un mismo año, a quedado demostrado hoy.
Yo diría que después de los bandazos que iba dando, quería quitarse a los rivales de en medio, antes de llegar a meta. Está claro que es un grandísimo corredor, pero con tanto gesto, tanto bandazo, y tanto teatrillo encima de la bici, da que pensar que sea el gran corredor que todos sabemos que es.
El destino, esta vez a jugado en favor del cuarto en la batalla. Bravo por Roglic, se lo merece por su persistencia y valentía.
Una imagen vale más que mil palabras. En condiciones normales, esta Lieja tendría que ser para Hirschi, lamentablemente, y después del bandazo de Alaphilippen, y de su ridícula levantada de brazos, la victoria a caído del lado de Roglic, otro gran corredor, que obtiene el consuelo de no ganar el Tour de Francia, en la Lieja.
Algo parecido de pasó en su día a Eric Zabel en aquella Milán San Remo, donde el español le birló el triunfo a Zabel, por exceso de confianza. Ni mucho menos el caso es el de hoy, ni tampoco son los mismos protagonistas.
